Yaniuska Espinosa es la mejor pesista de Venezuela. / Foto: Cortesía Fevepesas

8 Mar, 2015 | Yaniuska Espinosa es la mujer más fuerte del país: ella levanta en el arranque 115kgs y en el envión coloca la barra en 144kgs. En el Mundial de Pesas del 2013, la carabobeña logró el cuarto lugar en la competencia de +75kgs.

Mujer, atleta, madre de tres y una venezolana orgullosa de representar a su patria, es la historia inspiradora en el homenaje de la Federación Venezolana de Levantamiento de Pesas por el "Día Internacional de la Mujer".

La pesista Yaniuska Espinosa entrena en este momento con la selección nacional de levantamiento de pesas en el Gimnasio "Pedro León Torres" de la localidad de Carvajal en el estado Trujillo, el objetivo es subir al podio en los Juegos Panamericanos de Toronto y seguir sumando puntos para la clasificación olímpica en el venidero mundial de la halterofilia que se realizará en Houston – Estados Unidos.

En la semana de Carnaval, la atleta recibió la visita de sus "tres hombrecitos", así les dice a sus hijos Luis Alberto y Luis Eduardo, los morochos de 8 años de edad, quienes además practican judo y a Omar Jesús, el pequeño de 6.

"Es muy difícil tenerlos lejos, así que aprovecho que no tienen actividad en el colegio para que estén conmigo, aunque ellos están acostumbrados a que mamá siempre está entrenando afuera, este año no ha sido fácil con la muerte de mi abuelita, quién me ayudaba a cuidarlos", expresó la mundialistica.

Sus hijos son parte de su vida. / Foto: Cortesía Fevepesas

A finales del año pasado, su familiar Isabel Arraiz falleció, en lo que fue un duro golpe para la atleta porteña, quién le confiaba la vida de sus tres hombrecitos a una mujer que la apoyó de de manera incondicional, de hecho cada vez que Yaniuska se bajaba triunfante de una plataforma, sus palabras de agradecimiento siempre iban dedicadas a su abuela.

La jornada de entrenamiento del equipo femenino de levantamiento de pesas en Carvajal estuvo acompañada por estos tres niños que observaban con naturalidad el movimiento de la barra. Los morochos, con cuaderno en mano, repasaban la tabla de multiplicar que les había colocado para estudiar la mujer más fuerte del país.

Luis Alberto preguntó en voz alta "¿6x4 es 24?", su mamá concentrada en el ejercicio de sentadillas no respondió, pero Jorge Rivero, entrenador del equipo si, "Sí hijo, es 24", le indicó. Cuando Yaniuska terminó el ejercicio fue hacía el morocho, le explicó alguna cosa y regreso a la plataforma.

En las áreas verdes del gimnasio, los niños de Carvajal jugaban con un balón de fútbol, los tres hombrecitos de Espinosa estaban ansiosos por salir a darle a la pelota, pero los morochos debían terminar sus deberes, así que cumpliendo con su tarea, pudieron salir junto a Omar. A la mamá de las pesas solo le quedaba una hora de entrenamiento.

En los últimos ejercicios y ya en el estiramiento, Yaniuska Espinosa reflexionaba "Esto no es fácil, pero uno es atleta. Yo no tengo casa, he pedido ayuda para una pero nunca he recibido respuesta, quiero darle un techo a mis hijos, quiero saber que están en un buen lugar para yo salir tranquila a representar a mi país, para seguir dando lo mejor de mí".

En el 2014, Yaniuska Espinosa le dio a Venezuela dos de oro y una de plata en los Juegos Suramericanos de Chile, disputados en marzo; luego en el panamericano de la especialidad en Santo Domingo, la haltera se titulaba por primera vez en su carrera deportiva como campeona del continente, tras conquistar el máximo laurel en el total de los +75kgs.

El último compromiso del año pasado fue los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, donde la pesista logró la medalla dorada en el envión, tras alzar 141kgs. Sus dolencias en las articulaciones, producto de contagiarse con el virus de la chikungunya, no la ayudaron para poder levantar la barra en el arranque.

Los morochos y Omar Jesús entraron al gimnasio a buscar sus cosas y a esperar que su mamá se cambiara para ir a cenar. Luis Eduardo se quedó en la puerta viendo a la campeona panamericana Yusleidy Figueroa estirar, le dijo "¿Yus más tarde podemos volver a jugar kikimbol?" y con una sonrisa de cómplice, la capitalina le respondió "¡Claro que volveremos a jugar!".

Espinosa sale del baño y comprueba que los cuadernos estén guardados en el bolso, llama a sus tres hombrecitos y sube con ellos al primer piso del gimnasio, donde cena la selección nacional. Hoy fue un día más para la mujer que más kilos levanta en Venezuela.