Visita escolar al pabellon infantil del Filcar 2015, del Colegio San Martin de Porres. / Foto: GÉNESIS TORANI

3 Mar, 2015 | La I Feria Internacional del Libro del Caribe es la oportunidad precisa para reencontrarse con la lectura y el universo de los libros. Esta invitación la aceptaron cientos de niños de escuelas que aprovecharon las actividades del pabellón infantil del evento editorial.

En el área denominada Salón Manglar, dentro del Centro de Convenciones del Sambil, los estudiantes fueron recibidos por un equipo de recreadores, facilitadores, cuenta-cuentos y muchos otros entretenimientos que divierten y enseñan.

Los primeros grupos de estudiantes en desfilar por el pabellón infantil y el resto de los mostradores de la Filcar fueron los alumnos de la Unidad Educativa Especial Bolivariana Luisa Cáceres de Arismendi, una institución para sordos.

Las actividades estaban diseñadas para que los niños con deficiencia auditiva no perdieran la oportunidad de recibir mensajes conservacionistas y participar en actividades recreativas, como dibujar, presenciar un espectáculo de títeres y distintas charlas.

Alex Manuel Gómez, alumno de la escuela para sordos, valoró positivamente su asistencia a la Filcar ya que la considera una oportunidad para seguir creciendo en el hábito de la lectura.

Apuntó, este estudiante de sexto grado, que los géneros de libro que más le gustan tienen que ver con la ciencia, los animales y los cuentos.

El segundo grupo de alumnos que inauguró las actividades infantiles de la Filcar fueron los niños y jóvenes del Colegio San Martín de Porres, situado en Porlamar.

Andrés Rodríguez, estudiante de quinto grado, ofreció su definición particular del acto de leer: "La lectura para mí significa un viaje sin boleto".

Añadió que el gusto por los libros lo aprendió de su mamá. Precisó que le gustan los libros clásicos, detallando que su favorito es Don Quijote de la Mancha, la inmortal obra Miguel de Cervantes.

Otro alumno que ratificó que el amor a la lectura se asimila de la familia, fue Aarón Céspedes, estudiante de 1er año, precisando que el gusto por los libros se lo debe a su abuelo, quien es profesor de matemáticas y apasionado de la lengua castellana.

De su abuelo adquirió el hábito de leer todos los días un libro. Señaló que le interesan los textos que tengan que ver con ciencias, historia y cuento venezolanos.

Para varios de los niños y niñas era la primera vez que asistían a una feria del libro y el evento sirvió para satisfacer la curiosidad que tenían sobre el arte de la escritura y todo lo que implica la industria editorial.

En este sentido, Adán España, estudiante de sexto grado, explicó que su expectativa al asistir a la Filcar era aprender sobre los libros y en particular tiene curiosidad de saber "qué piensan los escritores".

"Los padres tienen que entusiasmar la lectura, porque los libros son buenos, son divertidos", dijo España.

Carla Coucin, estudiante de sexto grado, también acudió a la Filcar con la curiosidad de aprender aspectos desconocidos sobre los libros, tales como su origen y la variedad de publicaciones existentes.

Aprender nuevas cosas sobre los libros, de dónde vienen, los tipos de libros. Desde pequeña disfruta de la lectura.