Ahora las vive el presidente Nicolás Maduro / Foto: AVN

2 Mar, 2015 | Desde el ascenso de Hugo Chávez al poder (1998), el proceso revolucionario que él, y ahora Nicolás Maduro, han dirigido, vivió severos momentos de inestabilidad hasta que en abril de 2002 fue derrocado, hecho preso y confinado a la isla La Orchila; a las 47 horas, el pueblo y la FABN lo rescataron y regresaron a Miraflores. Todo eso lo recordarán bien. El caso es que, en mi opinión, nunca se había soportado una campaña desde el exterior tan sistemática, continuada, coherente, ininterrumpida, alineada y encadenada, como ésta de ahora; exceptuando los primeros años de la revolución cubana, nunca se vio en toda América Latina. Pero era otra época y distintas las condiciones cuando había dos potencias hegemónicas.

Hoy esa ofensiva se desarrolla con activa y planificada participación del sector público y del sector privado. Cuando hablamos del primero, lo estamos haciendo de la Presidencia, del Pentágono, el Departamento de Estado y el Comando Sur a la vanguardia; de la ONU, la OEA, la Unión Europea, los gobiernos de algunos países, partidos y dirigentes políticos de la derecha y, en cuanto al sector "privado", se incluyen los poderosos servicios informativos internacionales, encabezados por CNN y las agencias (AP, Reuters, AFP, etc.), capaces de difundir sus noticias (podría entrecomillarlas, si es su gusto) por todo el mundo; algunos de los más importantes e influyentes medios de comunicación, como The New York Times y The Washington Post, cadenas de TV y radio y varias europeas.

Los mismos países e instituciones que apenas se preocupan de los 43 estudiantes desaparecidos en México y que no levantaron la voz cuando la represión en Venezuela cobró la vida de centenares de personas durante "El Caracazo" de hace 26 años, hoy muestran congoja, alarma y angustia por "la violencia en Venezuela".
Sin embargo, ni en esos momentos de abril de 2002, ni posteriormente con el sabotaje petrolero cuando la producción bajó de casi tres millones a ¡25 mil barriles diarios!, del paro patronal que duró 62 días completos, lo que no hubiera soportado ningún gobierno, ni en la época de las guarimbas y del "alzamiento" en la plaza Altamira, en ninguno de esos días y esas semanas hubo una campaña exterior tan feroz, perversa y sistemática, como la que estamos viviendo ahora.

Como tengo escrito, las condiciones son distintas. No se puede comparar abril de 2002 con este 2015.

En primer lugar, la unidad cívico-militar, el grado de conciencia de la FABN, de su jerarquía y de sus tropas, como no lo hubo antes; no obstante, su vulnerabilidad puntual y los insistentes esfuerzos de la CIA y el Pentágono por infiltrarlas, seguramente algunos exitosos; la organización popular, de sus estructuras, aunque no hayan alcanzado nivel óptimo, y la capacidad de movilización a cada rato demostrada, como el sábado en Caracas, y la solidaridad regional. Entre las debilidades, como tanto lo reiteró el presidente Chávez, la política comunicacional no logra los efectos deseados para enfrentar tan feroz ofensiva, no es nada fácil con tantos recursos que tienen a su disposición.

Internacionalmente, hoy no solo existen Celac, Unasur, Alba, Caricom e incluso Mercosur, que no obstante la diversidad de cada entidad, han reafirmado su apoyo y advertido sobre los efectos y reacciones si se produjera un golpe de Estado en Venezuela, y en ese mismo sentido han opinado en el Caribe angloparlante. Habría que añadir un área internacional más amplia, que se extiende al mundo árabe y cuentan con aliados estratégicos como China y Rusia, consciente como están de los intentos de Washington por aislar a Venezuela.

En respuesta a esa política y a tales riesgos, hace poco el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, en mi opinión, reflejando un espectro mayor, “aseguró que defender la democracia en Venezuela es también hacerlo por la paz en la región”.
¿La Casa Blanca habrá pensado en la reacción latinoamericana y caribeña si aquí se produjera un golpe de Estado?

Severas las medidas que tomó el presidente Maduro en represalia a la ofensiva de Washington:

1) Deben reducir a 17 el personal diplomático que hoy es de 100;

2) Solicitar autorización cada vez que celebren reuniones con venezolanos;

3) una lista de altos funcionarios que no podrán venir a Venezuela

4) todo estadounidense debe solicitar visa para venir a Caracas.

Todas apoyadas en los convenios y leyes internacionales. Por supuesto, habrá reacción de la Casa Blanca, ¡seguramente no dejará que vengan peloteros ni basquetbolistas que sería lo peor!.. LA EDITORA Mariela ofrece un restaurante en La Asunción, La Plazuela, con cocina de vascos que debe ser una delicia e igualmente una combinación de comida mediterránea con criolla en la Gaia Trattoria. Que no se le olvide invitarme cuando esté por allá (o por aquí)… AYER asumió la Presidencia de Uruguay, Tabaré Vásquez, otra vez electo.

Le entregó Pepe Mujica, un excepcional jefe de Estado. ¿Y ustedes saben a quién envió Obama como su representante en esos actos? A Norman A. Bailey. Les extrañará ese nombre. Se trata del personaje que designó el presidente Bush en 2006 para que dirigiera una División Especial de la CIA, que tenía como misión "neutralizar al presidente Chávez" y "provocar el fracaso en la construcción del Socialismo del Siglo XXI"… ESTA es otra noticia que uno no sabe por qué las agencias ocultan: la llegada en pequeñas porciones de infantes de marina a Lima, enviados por supuesto desde EUA y-que para combatir el terrorismo y el narcotráfico. Tanto el presidente Humala como el Congreso aprobaron "la visita". Totalizarán 3.200, pero la prensa peruana apenas ha informado y los servicios internacionales, CNN y etc., que están en todas partes, tampoco han dicho nada… ¿USTEDES saben cuándo se efectuó el primer juego de beisbol entre un equipo cubano y uno de Venezuela? El 11 de marzo de 1934, en San Juan de Puerto Rico; los equipos fueron el famoso Almendares y de acá, el "Concordia", que tenía en sus filas nada más y nada menos que a Martín Dihigo. Cuba ganó 19 a 17. Y por mera coincidencia, en esa misma ciudad se celebró el último, entre Caribes y Pinar del Río… PESE A las conclusiones negativas de Hinterlaces, la última encuesta revela que si las parlamentarias fueran ahora, el PSUV y aliados sacarían el 43% de los votos, contra 31,6% de la oposición. Y hay más gente que expresa confianza en que la situación económica mejorará que quienes creen que va a empeorar.