1° Mar, 2015 | "La verdad, sobrino, es que después de estos relatos de ciencia ficción que uno está viendo a cada momento por la televisión, me interesé en el tema, movido por usa sospecha que pude confirmar después: Que los venezolanos son todos unos golpistas. Unos más y otros menos, pero todos le metemos a eso".
Me preocupa lo que vaya a decir el tío Caballo Rojo, no sea cosa que nos veamos repentinamente instalados en el hotelito ese del aeropuerto viejo de Porlamar, donde le aseguro que las habitaciones no son nada cómodas. Le hago el comentario y me responde que por la verdad murió Cristo y yo replico que ese es precisamente el problema.
"Mire sobrino, no sea pendejo y oiga lo que le voy a decir; aquí no meten preso a nadie por golpista. A lo mejor le ponen los herrajes porque son un peligro electoral o porque es la manera de distraer la atención de lo que verdaderamente importa o, por qué no, una manera de prevenir un nuevo 'Caracazo', pues la gente, rojos, verdes, blancos y amarillos, todos están bien tibios por tanta cola, tanta escasez y tanta carestía. Recuerde que hoy comienza a regir la nueva tarifa del transporte que dignifica que los precios seguirán subiendo y que se dispararán cuando el gobierno decida aumentar el precio de la gasolina.
Me parece a mí que, como dicen los españoles, el Heredero está poniendo sus barbas en remojo".
Las palabras de Caballo me llaman a reflexión porque no son descabelladas, sobre todo si uno piensa que el Heredero y su combo no se van a arriesgar a concitar una reacción internacional como la que han provocado la detención del Toño el de Reina y el posible enjuiciamiento de Doblecejas. "Como yo lo veo, sobrino, algo temen y como andan como palo de gallinero, pusieron en marcha esta estrategia para movilizar a su gente. Por cierto que acá, como en casi todo el país, las concentraciones han sido bastante escuálidas, quizás porque los activistas están en la cola de la panharina y el papel tualé".
Lo traigo al tema inicial y le inquiero él porqué dice que todos los venezolanos somos golpistas. "Simple, sobrino, porque a todos nos gusta dar el golpe del desayuno, el del almuerzo y el de la cena. Cuando uno no da esos tres golpes, pobre de quien se atraviese".