27 Feb, 2015 | Ahora en prisión, crece su imagen de luchador social y se enaniza la de sus encarceladores. Porque la suya fue ganada a pulso. Pruebas sobran. Desde hace años trabajando, a tiempo completo, y no a destajo o movido por circunstancias, a favor del pueblo. Lo que le ha valido mucho respaldo y aprecio. Precisamente una de las pruebas por las que se le condena.

Pasionario por la libertad, no lo doblegan las amenazas. Su desempeño en funciones de gobierno lo destacan y, gústele o no a los rojos, es uno de los venezolanos hoy en día mejor preparados para asumir, por ejemplo, la Presidencia de la República. Así de sencillo. Con 800 mil votos le ganó al gobierno la Alcaldía Mayor.

Esta verdad molesta a quienes con mucha ferocidad lo combaten. Creen que preso habrán de doblegarlo. Tarea imposible, lo ha reiterado Mitzi, su valiente compañera, en afirmación que media Venezuela respalda y la otra mitad también, aunque por miedo no la exprese.
Líder sin lugar a dudas, es honesto en lo que hace y lo que afirma. Algo que sus carceleros no pueden demostrar en lo que dicen ni menos en lo que hacen.

Preso por buscarle a Venezuela un mejor destino, el que reclaman con urgencia millones de venezolanos, sin diferencias, porque la gigantesca crisis igual los acogota, a sus perseguidores se les olvida que el ya ido protagonizó el sangriento 4F. Ahora está en manos de jueces que, se sabe, no obedecen a dictados de su conciencia ni a la justicia y sí a mandatos presidenciales.

Su indeclinable postura, reconocida como valiente, digna y meritoria a todo trance, en contra de un gobierno violador de los derechos humanos y la Carta Magna, le dignifican en esta hora triste para Venezuela.

Los demócratas de todo el mundo han protestado su arresto y advertido que se mostrarán atentos a lo que pueda ocurrirle. Les precisan a sus acusadores el cumplimiento exacto del debido proceso y el respeto a su persona y dignidad. No quieren que le ocurra lo que a sus vecinos en "El tigrito" de la Guardia Nacional en Ramo Verde y a los también sepultados del Sebin en "La Tumba" de Plaza Venezuela.