30 Ene, 2015 | Nos comentaba Doña Eloida la insistencia de nuestros múltiples lectores sobre el distanciamiento que hemos tenido en nuestra columna con el tema deportivo, máxime, si esta fuente fue nuestro fuerte en los inicios del zaperoco. En tal sentido, queremos dejar claro que no hemos perdido el interés por el deporte, al contrario, hoy más que ayer, estamos convencidos del valor que esta ciencia de la mente, el músculo y la interacción social tiene como una de las máximas expresiones para la conformación bio-psicosocial y desarrollo integral del ser humano.

De manera reiterada, hemos planteado los paradigmas equivocados que por largos años y de manera general privaron dentro de la filosofía del deporte como política oficial de Estado, lo que nos mantuvo como cenicienta dentro del mundo deportivo mundial. Afortunadamente, en los últimos diez años, producto de la visión y la claridad que sobre el hecho deportivo practicaba el comandante Hugo Chávez, nuestra república ha logrado enrumbarse por sendas exitosas en su desarrollo deportivo. Sería mezquino, negar los avances que como país ha tenido nuestro deporte: La atención integral al atleta, las inversiones hecha, la sistematización de los programas. La valoración de la actividad deportiva: su valor científico, educativo, preventivo y su autentica dimensión social, elementos estos que lo vemos materializados en los recientes resultados obtenidos por nuestros seleccionados nacionales en eventos internacionales y con el nacimiento de la generación de oro

Pero, si es innegable que nacionalmente hemos avanzado considerablemente, también es muy cierto la sepultura, estancamiento y atraso actual que exhibe Nueva Esparta deportivamente.

La práctica deportiva en nuestro estado carece de planificación, de guías programáticas y de timoneles, es decir, marcha "al garete", sin dirección y bajo la práctica de "como vaya viniendo, vamos viendo". La gravedad del deporte neoespartano se vio reflejada en el último lugar obtenido en los juegos Deportivos Nacionales 2013 y en la orfandad de políticas deportivas actuales.

Tal situación amerita que, con urgencia se establezca un plan de trabajo conjunto y sistemático que incluya al ente rector del deporte regional, a los Institutos municipales de deporte, asociaciones, ligas y clubes deportivos, fundaciones, sector privado y empresas del Estado y, por supuesto, la UETD, bajo un gran programa de masificación, formación y desarrollo deportivo que conlleve a una visión clara y científica de captación de talentos, que articulen y refuercen a las escasas fortalezas individuales que conforman la élite de la alta competencia del deporte neoespartano: muchachas y muchachos que bajo un plan técnico y científicamente diseñado de entrenamiento, topes y evaluaciones, adquieran las destrezas fundamentales y el aplomo emocional para una competición digna y victoriosa.

Esta es la vía más expedita para nuestro desarrollo deportivo. Respetamos que, hasta ahora , solo se realicen eventos efectivistas mediáticos como vueltas ciclísticas, series del Caribe, Suramericanos, eventos internacionales, que como atractivos y practica turística tienen un incalculable valor para nuestro estado, pero que poco o nada dejan en el desarrollo competitivo de nuestros atletas.

Estamos convencidos que ambas cosas pueden y deben hacerse simultáneamente y sin desatender ninguna de las dos propuesta. El fomento y la elitización del deporte neoespartano es factible, para ello se vuelve inaplazable una organización y dirección de personas que conozcan el oficio y estén dispuestas a luchar y aunar todo ese esfuezo a la decidida volutad del Ejecutivo regional, Consejo Legislativo, Alcaldías, Asociaciones y Empresariado Isleño. Por aquí van los tiros. Por ahora esta bueno,hasta el próximo zaperoco.