24 Ene, 2015 | El asedio económico que vive el país responde a un ataque artero que se gesta fuera de las fronteras nacionales con la complicidad de algunos apátridas venezolanos. Los intereses económicos privan sobre el bienestar del colectivo para los miserables que pretenden acabar con la revolución bolivariana. La alocución del presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional demostró que ciertamente existe una guerra económica que busca conducir al pueblo a una confrontación fratricida.

Promover el caos social solo beneficia al capitalismo y al imperio norteamericano.

Las pruebas presentadas -conversaciones interceptadas – demuestran la voracidad miserable que caracteriza a la ultraderecha. La oposición golpista no siente piedad por los venezolanos, su inhumanidad refleja el pensamiento asesino que caracteriza a los perros de presa, a los espíritus más oscuros que pueden existir Producen asco las propuestas aberrantes que manejan los opositores; no les importa sacrificar miles de vidas con tal de fomentar el desorden público. Usar los estudiantes para generar focos de saqueo y empujar una represión generalizada, solo visibiliza el odio que sienten por la gente. Sujetos despreciables, abominación de la naturaleza.

El presidente Maduro actúa como el comandante Chávez, desde el corazón, desde el amor para sus semejantes. Las medidas propuestas no afectan sensiblemente al pueblo, al contrario protegen su integridad y fortalecen sus conquistas sociales. Seguramente la oposición esperaba que el presidente Maduro Moros lanzara medidas que deprimieran la economía y mataran de hambre al pueblo pues se equivocaron. Estamos seguros que continuarán conspirando, que los dólares provenientes de Washington fluirán para crear zozobra y miedo entre la población; sin embargo, enfrentaremos el asedio económico y venceremos toda tentativa de desestabilización política.

Herederos de las luchas independentistas y del amor infinito del comandante eterno, derrotaremos la guerra económica y los intentos de acabar con el proceso revolucionario. ¡No volverán! ¡Venceremos!