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¿Podrá el proceso acabar con los bachacos?
Algunos en los altos estamentos de la dirigencia política escurren el bulto, entierran las narices en la arena y evaden enfrentar el nudo del problema, acusando al Imperio estadounidense y a sus representantes y voceros aquí de cuantos males abruman y turban la vida cotidiana de nuestro pueblo.
WALTER CASTRO SALERNOwalterjosecastro@yahoo.es

24 Ene, 2015 | Hasta ahora, transcurridos tres lustros completos de desarrollo del llamado "proceso revolucionario chavista", cuya génesis puede acaso encontrarse en la espontánea revuelta popular del 27 de febrero de 1989, plasmada luego en el 4/F/92, aquél no parece haber resuelto el problema de crear y sostener una clara conciencia de solidaridad social en la colectividad venezolana de hoy.

Algunos en los altos estamentos de la dirigencia política escurren el bulto, entierran las narices en la arena y evaden enfrentar el nudo del problema, acusando al Imperio estadounidense y a sus representantes y voceros aquí de cuantos males abruman y turban la vida cotidiana de nuestro pueblo.

Pseudofilósofos, pensadores, y analistas, afectos al régimen, ora por disciplina, como residuo de la vieja mentalidad dogmática estalinista, ora por comodidad burocrática, incluso mera obsecuencia u ora por congénita pereza, no han sido capaces tampoco ellos, - en teoría y de hecho los más indicados- de abrir un debate, formar un vainero y buscar luces dentro del oscuro laberinto en que nos hallamos.

Ante las grandes colas de los ejércitos de bachacos en los centros de distribución de alimentos e insumos diversos para el diario sustento, ministros y sus secretarios y guardaespaldas, diputados y militares de alto rango, ellos mismos y sus familiares y relacionados, con sus neveras "full" y bien instalados, se halan las greñas en torneos de gargarismos en los medios de opinión, pero no hallan respuestas sólidas, coherentes y "revolucionarias" a la carencia de un estado de ánimo y de conciencia en el seno de la población.

¿Cómo no evocar ejemplos en otras partes y otros tiempos, en los cuales los pueblos respondieron con disciplina y coraje a los embates de las crisis y dificultades? Ahí están los "pick-pockets", los carteristas del viejo Londres, que durante los bombardeos de la aviación de Goering en 1940, hicieron una huelga para no robar ni en las calles ni en el metro, mientras durasen los bombardeos.

Ahí está el gran pueblo mexicano de Villa y de Zapata, cuyas mujeres humildes entregaron sus prenditas, crucifijos y alhajas para respaldar la nacionalización del petróleo por el general Lázaro Cárdenas en 1937. Y ahí está desde luego nuestro heroico pueblo, durante y después del terrible año 14, en el proceso sangriento de la guerra por la Independencia dando muestras supremas de sacrificio y abnegación.

¿Qué nos ha pasado? ¿Por qué el pueblo no responde con mística, conciencia revolucionaria y disciplina social a los llamados de los conductores del proceso? ¿Por qué seguimos en el "cuánto hay pa' eso? ¿En el resuelve?" Está abierta la crítica. Está inaugurado el debate. Que surja la polémica. Así podrá quizá el llamado proceso liquidar a los bachacoswalterjosecastro@yahoo.es




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