Hermes "Chivo" Bermúdez, Miguel Carreño, Carmelo Brito y el DT Juan Campos desearon lo mejor al equipo insular en los Andes. / Foto: STEPHANY OLDAN

6 Ene, 2015 | El próximo viernes 9 de enero se cumplen 30 años exactos del debut de Margarita en el magno clásico del ciclismo venezolano: la Vuelta al Táchira, competencia que arriba a sus bodas de oro en 2015.

Parte del equipo neoespartano que defendió el gentilicio insular y oriental en tierras andinas se reunió hace poco en La Asunción para compartir sus recuerdos de ese gran compromiso.

Hermes "Chivo" Bermúdez, asuntino de La Otra Banda, comentó que se apasionó con el mundo de los pedales desde los 17 años.

"Gracias a otro corredor de mi pueblo, llamado Francisco Campos, me entusiasmé en la actividad y aún estoy aquí. Fui el primer margariteño en correr en el Táchira, en 1981, pero lo hice con el equipo de Guárico, en el que estaba Juan Arroyo", comentó Bermúdez.

Miguel Carreño era una estrella consagrada en el pedalismo oriental en 1985, pero sabía que debía medirse a los mejores en el Táchira. "Nosotros nos ganamos el derecho para ir allá a competir con equipos fuertes como Lotería, Uribante y San Antonio. Tuvimos la oportunidad de competir en la Vuelta Bramón. Es una experiencia que debe vivir todo ciclista de alta competencia", dijo Carreño, cuyo hijo, David, integra el combinado 2015.

Miguel Carreño reconoció el aporte de Fundaoriental y de su presidente Goyito Boada, para cumplir ese sueño. "Esa organización nos respaldó para asistir en 1986 a la Vuelta a Martinica".

Por su parte, Carmelo Brito recordó sus inicios con el equipo del desaparecido Centro Margarita. "Luego reforcé a Fundaoriental y allí formamos una familia. Lo que más me pegó fue el frío y partir el año fuera de nuestra Isla. Fue bastante duro. Le dimos al pueblo de Margarita un motivo de orgullo deportivo".

Juan Campos fue el primer entrenador que llevó a un equipo de ciclistas insulares al Táchira. Dice que fue todo un compromiso y solicitó a Fundaoriental una preparación adecuada, ya que los margariteños son buenos en lo llano, más no en la montaña.

"Cada vez que un ciclista de Margarita me preguntaba cómo íbamos a compartir en el Táchira, yo les decía que nosotros corríamos 180 kilómetros todos los días, a buen promedio, igualito que los demás. Eso llenó de confianza a los muchachos", sostiene el estratega, que en 1986 fue el asistente de Francisco Pasos.

Una casita del Colegio de Profesores en un pueblito llamado San Félix, ubicado entre Colón y La Fría, fue el cuartel general de los insulares en los fríos Andes venezolanos. "El corazón del ciclista margariteño es como el del llanero: se sobrepone pronto a cualquier dificultad. Yo los metí hacia La Grita, hacia la montaña, ya que éramos muy buenos en plano".

Bodas de oro

La edición 2015 presentará un altísimo nivel competitivo, ya que se cumplen los primeros 50 años de esa magna cita. Los pioneros desearon suerte a los muchachos de la región.