28 Nov, 2014 | Nos comentaba doña Elodia la bullanga formada por el oposicionismo venezolano por las elecciones de base del PSUV realizadas el pasado fin de semana. Toda esa alharaca oposicionista nos mueve a preguntarnos: ¿Qué le importa a los dirigentes de la MUD, si la elección del PSUV fue un éxito o un fracaso?; ¿cómo puede un secta donde cada uno hace lo que le da la gana, un grupúsculo sin objetivos, sin liderazgo, en fin un minestrón político, preocuparle lo que puede pasar o no en la acera política del frente?; ¿les preocupa acaso, que la comisión electoral del PSUV aún no haya llamado a la señora Albanes para que queme los cuadernos de votación?

Desde este espacio los motivamos a escuchar y practicar las lecciones bíblicas de uno de sus tutores en guarimbas y desestabilización, el monseñor Porras y dedíquense a extraerse de sus ojos la enorme vara del odio, para poder así sacar la paja del ojo del chavismo. No puede llamar al orden y a la organización, una corriente anti-venezolana que desconoce estos conceptos.

El resultado de las referidas elecciones primarias es responsabilidad exclusiva de los psuvistas. A nadie más le interesa, ni sus verdades, ni sus mentiras. Eso es problema de ellos. De ser cierto los excelentes resultados que pregonan desde la dirección del PSUV, estos no deben, ni pueden representar motivo de triunfalismo y menos creer que es un salvoconducto de victorias en venideros procesos electorales; al contrario debe ser el punto de partida para corregir algunas cosas que, aunque lo nieguen, aun dificultan el crecimiento electoral que tanto necesita el proceso bolivariano y que reiteradamente solicita el dueto mayor jerárquico del PSUV, camaradas Nicolás Maduro y Diosdado Cabello: "vallan por los indecisos, por los descontentos…" Por otra parte, si las elecciones no llenaron las expectativas esperadas dentro del partido de gobierno, creemos que es propicia la ocasión también, para la reflexión profunda e intensificar, con el propósito sincero de corrección, sobre las causas que la originaron: La práctica antirrevolucionaria, anti socialista y antichavista de una cúpula dirigente opulenta y corrupta; la concentración de cargos y responsabilidades en una sola persona; la presencia, en su máxima expresión, del nepotismo como práctica gobiernera; la conducción de organismos que manejan programas banderas del gobierno central por personas desfasados de los objetivos de dichos programas; el viacrucis del soberano para la adquisición de los producto de primera necesidad y de los enfermos para conseguir sus medicamentos; la falsedad en la autocritica de los dirigentes y la intolerancia, pase de factura y defenestración de todo a quien se atreva a ejercer el ejercicio revolucionario de la crítica, entre otros males.

Finalmente, en el país, la masa no esta pa' bollo, ni para peleas de comadres y menos para más engaños y mentiras de sus dirigentes políticos y gobernantes, el soberano les exige más seriedad y mayor solución a sus problemas. Por ahora está bueno, hasta el próximo Zaperoco.