Para los niños todo comienza con lanchas de lata y madera, para luego convertirse en el oficio que desempeñarán a lo largo de su vida. / Foto: STEPHANY OLDAN

25 Nov, 2014 | La actividad pesquera representa para muchos niños y adolescentes del estado Nueva Esparta el oficio que desempeñarán a lo largo de su vida, y esto debido al conocimiento que les ha sido transmitido por padres y abuelos, generación tras generación.

Muchachos quienes luego de culminar sus estudios de bachillerato, se encuentran en la disyuntiva de seguir preparándose en estudios formales o dedicarse a una actividad económica, así como otros casos en que por falta de interés en los estudios están en el mar, lo cual los llevará a consolidarse como pescadores profesionales.

Carlos Arrieta, pescador en el sector Manzanillo, municipio Antolín del Campo, expresó que muchos jóvenes de la localidad se muestran entusiasmados en aprender el arte de la pesca. "Ellos desde muy niños juegan a los pescadores, construyen peñeros con latas de refrescos y madera, juegos que los llevan al aprendizaje de los procedimientos en el mar y sin darse cuenta se convierten en grandes pescadores", dijo Arrieta.

El labriego del mar manifestó que en la actualidad son muchos los muchachos que no quieren continuar con sus estudios formales y en vista de esta situación, padres y representantes se ven en la obligación de inculcarles la actividad pesquera como oficio para que puedan desarrollarse en la vida.

Carlos Hernández, de 15 años, es actualmente ayudante de su padre José Hernández, y expresó que desde niño le ha gustado la pesca y siempre ha soñado con tener su propia lancha para dedicarse a esa actividad.

A corta edad, Hernández es considerado por sus compañeros de faena y familiares de Bella Vista, municipio Mariño, como un avanzado pescador. Luego de retornar de una jornada a nueve millas de la costa, al llegar a tierra habla orgulloso de su condición de marino.

Carlitos, como lo llaman familiares y vecinos, manifestó sentirse a gusto con la actividad de la pesca que desempeña en sus ratos libres, afirmando que quiere ser pescador cuando sea grande.

ONU

La Organización de las Naciones Unidas, en un estudio realizado a finales de 2013, determinó que unos 130 millones de niños trabajan en la pesca en todo el mundo, lo que equivale a un 60% de la población laboral infantil.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), urgieron a los gobiernos a proteger a los niños que trabajan en la industria pesquera de pequeña escala y en la acuicultura.

Muchos niños y jóvenes se desempeñan en esas actividades soportando condiciones duras y peligrosas como bucear a profundidades inseguras, manejar productos tóxicos y en el caso de las niñas, estar en riesgo de ser abusadas sexualmente.

Arni Mathiesen, director general adjunto de Pesca y Acuicultura de la FAO, manifestó que trabajar en esas condiciones "es intolerable", perjudica a la salud y a la formación de los niños y les impide ir a la escuela.

Estudio

El dirigente pesquero de La Isleta, Orangel Antón, en trabajo sobre el tema publicado por este diario en septiembre pasado, observó que desde hace dos años ha aumentado la cantidad de jóvenes que se incorporan a la actividad pesquera más formalmente, asumiéndolo como jornada laboral propiamente dicha, más que simple pasatiempo o diversión.