Mendoza está seguro del potencial que tiene Margarita para progresar. / Foto: JOSUÉ STEIN

23 Nov, 2014 | Perseverante, trabajador, humilde y amante de Margarita, se podría decir que son algunas de la cualidades que definen a José Enrique Mendoza, y que emplea día a día durante sus jornadas como propietario de una empresa comercializadora de máquinas fiscales.

Este llanero margariteño, que se enamoró de la Isla cuando vino por primera vez, a los siete años junto a su familia por un trabajo que haría su papá en torno a la agricultura insular, se considera un verdadero promotor de las bellezas de este estado, que aunque no es su cuna natal, la quiere y le duele como si lo fuera.
Mendoza es de los llanos, nació en Acarigua, estado Portuguesa. Y antes de radicarse definitivamente en Margarita estuvo por varios estados, y es que el proyecto de su padre, que en un comienzo los trajo a la tierra de la Virgen del Valle, no se concretó, pero siempre tuvo presente una frase que le repetía constantemente: "hijo cuando usted pueda regrésese a vivir para Margarita".

Atendiendo a la sugerencia de su padre y por las vueltas que da la vida, cuando tenía 24 años la empresa para la que trabaja lo trasfirió a esta Isla del Caribe, para completar así su enamoramiento por esta tierra.

A esa edad, ya con esposa y dos hijos, no fue problema la mudanza para Margarita, a todos les encantaba la idea de vivir en este paraíso, porque además considera que "no hay nada como la Isla, esto es lo más bello que tiene Venezuela".

A Mendoza todos los conocen, afirma su hijo José Enrique, y es que este hombre de padres Canarios (España), ha trabajado como distribuidor de insumos para una diversidad de establecimientos de distintos ramos.

Cuando el paro petrolero de 2002, Mendoza que acumula 28 años de vida en la Isla, tenía una distribuidora de insumos para panaderías, que se fue a la quiebra con la escasez que surgió a raíz de ese problema, pero esto no fue un impedimento para continuar aquí y seguir adelante. "La Isla conmigo ha sido generosa", afirmó Mendoza, y es que en esta tierra bendecida por la Virgen del Valle, resurgió y con el paso del tiempo construyó de cero una nueva empresa.

Historias

De una u otra forma los Mendoza son conocidos en Margarita, o al menos así lo ven sus hijos. Las anécdotas familiares son muchas, pero una que sale a relucir es la del abuelo Mendoza, pues según relató este llanero navegado cuando el gobierno de Virgilio Ávila, Carlos Andrés Pérez era candidato a la presidencia y visitaba la Isla, su padre era mandando a buscar para que le cocinara algunos platillos con sazón canaria, como el conejo al salmorejo, papas arrugadas y un típico venezolano como el tarcarí de chivo.

Mendoza mantiene contacto permanente con unos hermanos en España, que además se dedican al turismo, por lo que proyecta su amor por esta isla del Caribe a través de fotografías e historias que le envía a su hermano, para que las emplee para promocionar la entidad, porque "seguimos apostando por este estado y su potencial, los gobernantes deben tener voluntad política para ejercer los cambios" y así mejorar esta región que para este llanero es la mejor.