22 Nov, 2014 | El PSUV es una organización popular revolucionaria en permanente construcción colectiva. Su noble militancia posee una aspiración de magnitud socialista, que abarca las motivaciones e intereses profundos del pueblo patriota venezolano, en todos los órdenes de la vida republicana.

De hecho, esta altísima percepción se ha constituido en una de las grandes responsabilidades chavistas para este momento histórico de la patria. Los objetivos se armonizan desde el marco táctico operativo y funcional, como lo estratégico estructural para la cimentación de la revolución bolivariana y el partido. Es necesario en primer lugar, acelerar el cambio del sistema económico dependiente que arrastramos por más de un siglo; trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista a un modelo económico productivo nacional que potencie una sociedad más igualitaria y justa.

Esta direccionalidad política responde hoy en día, al esfuerzo que el pueblo venezolano ha realizado en estos últimos 15 años en mantener y sustentar el rol del Estado Social Democrático, de Derecho y Justicia. Además ha sido producto de la seria y multitudinaria participación protagónica de cada militante, desde su instancia de base y del inmenso compromiso para elegir los distintos voceros que fungen como autoridades del partido. El fin es seguir avanzando en búsqueda de la plena satisfacción de las necesidades básicas para la vida de nuestro pueblo: educación, alimentación, agua, electricidad, la vivienda y el hábitat, el transporte público, la salud, la seguridad pública, el acceso a la cultura, la comunicación libre, la ciencia y la tecnología, el deporte, la sana recreación y el trabajo digno y liberador.

Lo anterior se relaciona con la necesaria promoción de una nueva hegemonía ética, moral y espiritual que nos permita superar los vicios, que aún no terminan de morir, del viejo modelo de sociedad capitalista. Al respecto, mención especial merece el propósito expreso de seguir avanzando en el desarrollo de un modelo de seguridad pública para la protección de la vida humana; y direccionar una definitiva revolución en el sistema de administración de justicia, para acabar con la impunidad, lograr la igualdad en su acceso y erradicar el carácter clasista y racista en su aplicación. Por último, para el logro de estos grandes objetivos históricos, es estratégico desatar las potencias maravillosas contenidas en la Constitución Bolivariana, como proyecto político trascendente soñado por nuestro amado Comandante Hugo Chávez. Venceremos.