Barcelona. / Foto: CORTESÍA

6 Nov, 2014 | De acuerdo con el último estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas de la nación europea, 82,2% de ciudadanos españoles afirma que la situación económica en el país es mala o muy mala.

El estudio, realizado entre el 1º y 13 de octubre pasado a 2.480 personas mayores de 18 años de edad, precisa además que sólo 12,3% de los encuestados cree que la economía ha mejorado en el último año, tras la crisis económica de 2008 que afectó en gran manera al país.

La encuesta refiere que 39,2% de los consultados piensa que la situación ha empeorado, pese a los supuestos logros esbozados por el Gobierno de Mariano Rajoy en el área, de acuerdo con un reporte de El Diario de España.

En tanto, sólo 20% cree que la situación en el país será mejor para 2015, mientras que 45,3% dice que será igual y 25% afirma que será peor.

Rechazo a la gestión de Rajoy

El estudio también consultó la aprobación de los españoles a la gestión de Rajoy. Un 68,9% sostiene que su gestión es mala o muy mala, 22,9% dijo que era regular, 6,1% señaló que era buena o muy buena.

Del total de los encuestados, 86,6% tiene poca o ninguna confianza en el presidente español, quien aspira a presentarse a la reelección en 2015.

También 42,3% de los encuestados dijo sentirse preocupado por la corrupción en el país, a pocos días de la detención de 51 políticos, empresarios y funcionarios públicos, algunos de ellos miembros del Partido Popular (PP), involucrados en la presunta adjudicación pública de forma irregular de 250 millones de euros en los dos últimos años.

Estas cifras se asemejan a las del último informe de la fundación local Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (Foessa), que señaló que sólo 34,3% de los españoles vive sin carestías esenciales, mientras que 40,6% se va hundiendo en la precariedad, 14,2% sufre de exclusión moderada y 10,9% está en severa marginalidad.

En los primeros ocho meses de este 2014, el déficit fiscal de España alcanzó 16.481 millones de euros.

Como resultado de la profunda crisis económica que atraviesa Europa desde 2008, España ha optado por alargar el período de jubilación, recortar los salarios, subir los impuestos regresivos -como el Impuesto al Valor Agregado (IVA)- propiciar la privatización de la salud y de la educación y hasta introducir un inédito impuesto a los ahorristas.