A los agapornis se les coloca un anillo en la pata para reconocerlos, saber su edad, enviarlos y participar en concursos. / Foto: STEPHANY OLDAN

19 Oct, 2014 | Los criadores de aves de Nueva Esparta tienen una inmensa responsabilidad en sus manos. Del 12 al 16 de noviembre, la entidad insular se convertirá en el lugar idóneo para que criadores del oriente del país presenten sus aves en la XII Expo Ave Oriente.

Alejandro Seekatz, vicepresidente de la Asociación Ornitológica de Margarita, explicó que desde hace dos años se organizaron para representar al estado en las competencias ornitológicas y también para concienciar a la población sobre el cuidado de las aves silvestres, y educarlos sobre las que pueden estar en cautiverio. A la fecha, la asociación cuenta con 17 afiliados.

Los que toman este pasatiempo como una pasión, llevan más allá el tema de la cría de aves, y se involucran en la genética del cruce de aves para obtener variaciones que sean atractivas y cumplan con las reglas para una competición.

Según Seekatz, entre las aves que se pueden criar en cautiverio se encuentran canarios de canto, canarios de color, forma y postura, pericos australianos, ingleses, agapornis, ninfas, forpus, entre muchos otros. En el caso Nueva Esparta los afiliados a la Asociación Ornitológica de Margarita se inclinan por la cría y cuidado de aves agapornis, que tienen al menos nueve variedades y los insulares destacan en tres de ellas.

Las competiciones para exponer a las aves se realizaban por lo general en los estados Monagas y Bolívar. Nueva Esparta se estrena este año como anfitriona, y desde hace semanas los preparativos para el ingreso de los concursantes están en marcha.
Según las proyecciones de Seekatz, se prevé que 600 aves participen en esta XII Expo Ave Oriente. Las asociaciones de otros estados ya se encuentran solicitando los permisos sanitarios correspondientes para introducir estas aves a la Isla.

Recomendaciones

Para criar en jaulas o en voladeros (jaulas de gran tamaño), el portal www.agaporniscoqui.es recomienda que: si crían en jaula, que ésta no sea menor de 80-90 cm, para que al menos puedan ejercitar un poco las alas; si lo hacen en voladera, deben tener en cuenta que hay que poner más nidos que parejas y a la misma altura; cuidar el número de parejas, aunque no hay una regla, procurar que no sean muchas; no dejar un pájaro sin pareja, pues será marginado, habrá peleas y puede romper nidos; y sobre todo no poner varias especies en el mismo voladero.

Consideraciones

Tanto para Alejandro Seekatz, vicepresidente de la Asociación Ornitológica de Margarita, como Cruz Brito, socio activo de la Asociación, no existen malas aves sino malos criadores. Estos dos miembros de la asociación hacen énfasis en el conocimiento que deben tener quienes tomen este pasatiempo, en la genética y los cruces de especies para obtener las variaciones de los agapornis.

Si un aficionado intenta empezar la cría sin los conocimientos necesarios puede llegar a juntar agapornis de especies diferentes, dando paso a crías híbridas y en muchos casos estériles; lo que perjudica la pureza de la especie.

Social

Cruz Brito explicó que tienen un proyecto con el extinto Ministerio del Ambiente para dictar charlas en escuelas y así educar a los más jóvenes en el cuidado de las aves silvestres, y en el tratamiento que deben darles a las que están en cautiverio.