16 Sep, 2014 | AD celebra 73 años en la vida política venezolana. “Nacimos para hacer historia”, dijo su fundador Rómulo Betancourt. Y la han hecho. AD es un partido vital en la historia política contemporánea del país. En las últimas décadas todo lo bueno y
lo malo que ha ocurrido tiene el sello de AD. Es una verdad histórica indiscutible.

Asistimos al acto central realizado en la plaza Bolívar de Porlamar. El orador de orden fue José Ramón Díaz, alcalde de Juan Griego, un dirigente que se ha ganado el aprecio
y el respaldo no sólo del municipio Marcano, sino de buena parte del territorio insular. Considero que fue un acierto haber escogido a José Ramón, quien pronunció un discurso histórico, autocrítico y unitario.

Histórico, ya que realizó un sintético recorrido desde la fundación de AD hasta nuestros días. Llamó “época gloriosa” a la lucha tenaz y valiente de AD y el PCV contra la dictadura perezjimenista, exaltando la memoria y ejemplos de Ruiz Pineda, Carnevali y Pinto Salinas, héroes de la resistencia democrática.

Autocrítico, por cuanto analizó y enjuició las fallas ocurridas en los gobiernos de su partido, reconociendo entre sus resultados no sólo la pérdida del poder sino de apoyo popular, destacando que los hechos de corrupción ocurridos entonces, hoy aparecen pálidos y minimizados ante el robo y el despilfarro del actual régimen.

Unitario porque llamó a la unidad de los sectores democráticos, poniendo énfasis en la contribución de AD a la conformación de una amplia alianza que reconquiste los gobiernos nacional y regional para la democracia y el progreso denunciando la posición antidemocrática y sectaria del actual gobernador Mata Figueroa de no reunirse con los alcaldes opositores que representan a la mitad del electorado regional.

En líneas generales, un buen discurso que ratifica, sin lugar a dudas, la posición y vigencia de AD en la política insular.

Ciertamente AD es un partido clave en el desarrollo de la política regional. Es tarea difícil lograr la victoria democrática sin contar con el valioso aporte de su dirigencia y militancia. Sin embargo, la unidad no es tan sólo un hecho electoral.

La unidad política necesita de compromiso y convicción. La Unidad como convicción. Todos debemos estar persuadidos y convencidos de sus bondades y sus virtudes. Tiene razón Antonio Ledezma cuando señala que: “hay que evitar dirimir diferencias públicamente. No nos agredamos, no ensuciemos el agua que vamos a tomar mañana”. Unidos a la Asamblea Nacional es lo que pide la gente.

Debemos actuar consecuentemente con ese criterio. Estamos condenados a la unidad en la diversidad, descartando intereses personales y partidistas. Esa es la verdadera unidad. Unidad para crear, discutir, avanzar y triunfar. En esa tarea todos somos necesarios y por ello saludamos con beneplácito el discurso de José Ramón Díaz y a la dirigencia y militancia de AD por su lucha perseverante por la defensa de la democracia en Venezuela.