Jesús "Chuito" Salazar regresa a ser profeta en su tierra tuborense. / Foto: VANESSA RANGEL

1 Sep, 2014 | Con el nombre de "Perla del Sur", en octubre próximo reabre sus puertas la antigua planta de alimentos El Faro, empresa conservera de especies marinas, la cual permaneció abierta hasta el año 2008, cuando el declive en la producción sardinera impidió mantener el brillo y la generación de empleos que cultivó durante décadas en esa zona.

El gerente de producción de Perla del Sur y quien durante 24 años también estuvo involucrado con El Faro, Jesús "Chuito" Salazar, aseguró que arrancan con optimismo. Tal sello de entusiasmo lo expresa con una sonrisa.

"Mi nombre es Jesús Alejandro Salazar Marval y, como margariteño de pura cepa, soy más conocido como 'Chuito', el de Gladys de Salazar y Amador Salazar", indica a manera de presentación.

"El 5 de septiembre de 1984 y con 21 años de edad ingresé a El Faro, como auxiliar de Control de Calidad, para lo cual solo tuve que demostrar saber leer, escribir y sacar cuentas. Aquí tuve la suerte de conocer y tener como jefe inmediata a la TSU Ana Rosa Pirela, jefa de Control de Calidad y de quien aprendí muchísimo referente al área. Luego de cuatro años en este departamento, solicité cambio al área de Producción, asumiendo que para llegar a la cúspide del área de Calidad debía poseer un título universitario, algo que no tenía".

Comenzó así su ascenso en el sitio de trabajo. "Desde 1989 hasta 1997 me desempeñé como supervisor de Producción bajo la jefatura de Rosauro Navarro, con quien me une una gran amistad y del cual adquirí un sinfín de conocimientos. Es así como en 1997 y motivado a la salida de Navarro de la empresa, soy nombrado Gerente de Producción por el recordado empresario Raimundo Amilibia, presidente y dueño de Alimentos El Faro, quien depositó toda su confianza en mí y estoy seguro no lo defraudé en su decisión. Estuve frente a esa responsabilidad durante 10 años".

En los mismos espacios y con la maquinaria de acero inoxidable que perteneció a esa compañía, se reedita la historia en manos de otros propietarios.

Y como ocurre con todos aquellos que promueven los hombres visionarios como Amilibia, su legado permanece vivo en el tiempo, y en cada rincón de dicha planta.

Vino el declive

Luego de décadas de prosperidad, con producciones sardineras en la Isla que superaban las 100.000 toneladas anuales, vino el declive, recordó Salazar.

"Por ello, el año 2008, en vista de que la empresa se vio obligada a cerrar sus puertas, migré a otras oportunidades de trabajo fuera de Margarita y desde 2009 hasta principios de 2014 me desempeñé como Gerente de Producción de la empresa Propisca, del Grupo Eveba, ubicada en Guaca, estado Sucre".

Señaló que a principios de este año, durante una visita a Tubores estando de vacaciones, se consiguió con la grata noticia de que El Faro había sido comprado por un grupo privado.

"Me acerqué con el propósito de aportar mi experiencia. Como le comenté al señor Eduardo Núñez y al licenciado Jorge Luis Freites, presidente y gerente general de la actual empresa La Perla del Sur C.A., mi asesoría es gratuita. Solo me motiva aportar mi experiencia para ayudar a que esta empresa reabra sus puertas, ya que mi pueblo, mis amigos y familiares fueron los grandes perjudicados por su cierre", manifestó.

Aparte de ese compromiso con sus coterráneos, le conmueve recordar a quien llama su mentor y mejor amigo, Raimundo Amilibia Plaza, "por quien llegué a sentir un gran afecto y cariño paternal; y que Dios tenga en su Gloria".

Marca El Faro

Planta "Perla del Sur". / Foto: VANESSA RANGEL

"Llevo seis meses perteneciendo a Perla del Sur, nuestras marcas seguirán siendo El Faro, El Pescador y Castañeda. Mi meta y compromiso es aportar todos mis conocimientos y experiencia para lograr reactivar el proceso productivo en esta empresa y en los próximos dos años colocarla junto al equipo que me acompaña en la compañía a la par de las mejores empresas procesadoras de productos del mar de nuestro país".

Aseguró que el estado Nueva Esparta tiene todo el potencial marítimo, además de humano, con sus pescadores artesanales, para el logro de ese objetivo.

"Esta empresa ha sido mi universidad y la de muchos otros, a los cuales se les brindó la oportunidad de trabajar, aprender y ascender dentro de la organización. Por circunstancias que no vienen al caso y la disminución de la producción de sardinas, se llegó al cierre de una de las principales empresas de Venezuela en este rubro", agregó Salazar en su recuento.

Apertura en octubre

Indicó que su mayor satisfacción será precisamente devolver lo aprendido en el tiempo, "aportando mis conocimientos para que muy pronto vuelva a tener las puertas abiertas. Con el favor de Dios y la Virgen del Valle, aspiramos que eso sea posible a partir del 5 de octubre próximo".

La idea es que la planta permanezca activa y productiva por muchos años más, "para beneficio de todos y principalmente de la población de Las Casitas y pueblos vecinos del municipio Tubores".

"Hay muchos caminos, pero solo existe uno para alcanzar el éxito".

Recuerdos tuborenses

En su remembranza, Chuito Salazar asocia la planta de alimentos El Faro con la propia dinámica de Las Casitas de Punta de Piedras y del entorno familiar de cada uno de sus trabajadores, como principales protagonistas.

"Crecí en una familia humilde y de muy bajos recursos, junto a mis 11 hermanos en la población de Las Casitas de El Guamache. Recuerdo hace muchos años que a nuestra casa llegaba el olor a harina de pescado que era generado para entonces por la única empresa productora y procesadora de pescado existente en nuestro municipio e incluso en nuestro estado, al inicio llamada Comercial Castañeda. Posteriormente y luego de un largo período cerrado, fueron reabiertas sus puertas con el nombre de Alimentos El Faro en julio de 1982. Y esa es parte de la historia".

Arranca con 120 trabajadores

En la primera etapa, "La Perla del Sur" –como es la nueva denominación de la compañía- generará 120 empleos directos, sobre todo con área de influencia en el municipio Tubores, pero la meta es que en la medida en que aumente su operatividad, llegue a contratar hasta 500 trabajadores. En forma indirecta beneficiará a muchos pescadores insulares, quienes proveen de la materia prima. Entre equipos, infraestructura en general y área de construcción, la planta involucra un total de 28.000 metros cuadrados.

Metas iniciales

En la primera etapa estiman producir y enlatar 40 toneladas de sardinas diarias y 4.000 de pepitonas (pata'e cabra). Como quiera que la producción sardinera ha disminuido drásticamente en los últimos años, Jesús Salazar explicó que la estrategia es ampliar la variedad del producto y trabajar con otras especies marinas, incluso a futuro con el atún y el jurel, entre otros. Salazar afirmó que aplica la gerencia con base en el conocimiento, además del propio oficio.

"He hecho de todo. Desde pescar hasta arrastrar la pepitona, sancocharla y venderla. Todas las etapas", agregó, confiado en que dinamizarán la planta, a pesar del tiempo en desuso y ya superado el período de prueba. El otro reto será llevarla a su 100% de operatividad y que no se quede rezagada.