Porlamar
28 de marzo de 2024





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Ruinosas estructuras conllevan riesgo
En Porlamar también el tiempo deja estragos, con viejas casonas u otras edificaciones con huellas del pasado. Protección Civil y Administración de Desastres está llamada a realizar un real diagnóstico y determinar cuáles pueden permanecer en pie, renovarse o ser demolidas.
Yanet Escalona

Foto: LUIGI PARAVANI

La casa que perteneció al general José Asunción Rodríguez y luego fue el hotel Tropical, tiene apenas vestigios. / Foto: LUIGI PARAVANI

30 Ago, 2014 | Durante años, transeúntes y conductores de automóviles, bicicletas y motos se han desplazado por la calle La Marina de Porlamar, sin desconfiar de viejas estructuras que para muchos no revisten peligro alguno, pero que al paso del tiempo, inexorablemente tienen marcada la huella del pasado. La pregunta de quienes se movilizan actualmente por la zona, es si realmente en su ruinosa condición estructural conllevan realmente un riesgo. Sin pecar de alarmista y tras la tragedia de Juan Griego, donde se derrumbó una solariega casona, ahora las personas tienen inquietud.

Un caso emblemático de esta realidad urbana se encuentra en la calle La Marina de Porlamar, ante un enorme paredón de cinco a seis metros de altura, donde se visualiza solamente una enorme fachada con balcón incluido.

El presidente de la Fundación Club Progreso, José Jesús Fernández, recreó algunos aspectos del historial de esta estructura, que habla incluso de la historia insular. “Esa casa perteneció al general José Asunción Rodríguez, quien fue presidente del estado Nueva Esparta, como se llamaba a los gobernadores en los tiempos de Juan Vicente Gómez”.

Luego la familia, representada entre otros por la hija del general, la poetisa porlamarense Emira Rodríguez, convirtió el sitio en el afamado hotel Tropical de Porlamar, el cual estuvo operativo muchos años, entre los años 50 y 60 del siglo pasado. “Tuve la oportunidad de conocerlo y recuerdo que tanto el piso de abajo como el de la segunda planta eran de madera. El hotel tenía un bello jardín desde donde se divisaba la bahía”.

El hotel permaneció en manos de la familia Rodríguez, como propiedad sucesoral hasta hace un quinquenio, cuando tras el “boom” e interés que despertó el proyecto de cruceros Puerto de la Mar, hubo la venta de los terrenos. Hoy sigue siendo propiedad privada. “Fue infructuoso el esfuerzo para que fueran adquiridos por instituciones para conservarla la estructura como un patrimonio de la ciudad marinera”.

-Como estaba cerca del mercado y muelle de Porlamar, construido precisamente por el Club Progreso de la época, se daba mucha actividad comercial y el hotel era para los viajeros, como se llamaba a quienes venían a llevar y traer mercancía.

Paralela a la calle La Marina, la siguiente era llamada la avenida El Paseo y venía desde el hotel hasta El Faro de La Puntilla, agregó Fernández.

Con respecto al estado en que se encuentran muchas edificaciones coloniales, el presidente de la Fundación Club Progreso manifestó que se debe hacer un diagnóstico preciso de su estado actual, porque no solo se ve en esta calle sino en el resto del casco central de la ciudad marinera.

Foto: LUIGI PARAVANI

Viejas casonas, entre éstas en la calle La Marina, en deterioro. / Foto: LUIGI PARAVANI

Retomar fachadas

El director general de la Alcaldía del municipio Mariño, Jesús Eduardo Fernández, dijo que compete a Protección Civil y Administración de Desastres realizar el estudio sobre el estado de estas estructuras. Indicó que el ayuntamiento ha trabajado desde hace un año con el afán del reimpulso de la ciudad, con base a un proyecto que permitirá restablecer las líneas arquitectónicas del pasado.

“Si bien muchas no se pueden recuperar, sí hay que establecer normas para que incluso, como zona comercial, se mantenga esa relación con el tiempo y recuperar el valor estético, dentro del rescate de esta arquitectura tradicional. Indicó que para ello se llamó a un concurso de fachadas y el proyecto está en pleno desarrollo, encaminado a tal fin.

Oído al tambor

El reciente accidente ocurrido en la calle La Marina de Juan Griego, con saldo de tres personas fallecidas y varios heridos, ha llamado la atención de las autoridades regionales y -por supuesto- municipales, llamadas a velar para que se preserven no solo los bienes materiales, sino la vida humana y la integridad física de sus habitantes.

Son lecturas de una lamentable tragedia que no puede verse de manera aislada, sino que debe ser analizada para que se adopten correctivos en cada pueblo.














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