24 Jul, 2014 | El pueblo palestino resiste los embates despiadados de Israel. Los ataques asesinos del ejército destruyen vidas y reprimen sin contemplaciones. Poco importa si son mujeres, ancianos y niños; si se refugian en escuelas, hospitales o iglesias. La orden es exterminarlos para ocupar su territorio. La limpieza étnica que ha empleado Israel desde que la Organización de las Naciones Unidas la reconoció como estado en 1948, es impresionante. La noción de gueto aplicada a los judíos durante la Segunda Guerra mundial, fue extrapolada a los palestinos y por lo tanto, hoy quienes viven en Gaza, están encerrados, forzados a vivir bajo el control del estado sionista.

Los territorios palestinos en los que Israel ejerce su supremacía militar viven bajo un bombardeo constante. El argumento de la defensa resulta nimio si tomamos en consideración que los cohetes lanzados por Hamás son de fabricación casera y poco daño han hecho en el campo israelí. El estado de sitio y la masacre afectan a la población civil y originan con frecuencia crisis humanitarias que devienen en miseria y dolor.

La ocupación y el desplazamiento de grandes grupos refieren el genocidio que aplica sistemáticamente Israel. El pueblo palestino se desdibuja bajo los signos de la masacre; el horror está signado con el remoquete de "daños colaterales" cifras que revelan al enemigo del sionismo: niños, mujeres y ancianos muertos y mutilados por las agresiones sádicas de uno de los ejércitos más modernos del mundo.

Israel es un estado terrorista. Con la complicidad de Estados Unidos, la Unión Europea y los lacayos del imperio, desata campañas horrorosas para exterminar, para borrar de la faz de la tierra a Palestina. La impunidad por sus crímenes se entrecruza con la complicidad de la mediática internacional y los gobiernos títeres de EUA.

Los ciudadanos del mundo estamos obligados a denunciar la matanza de civiles. Basta de tanta injusticia y maldad. Exigimos el respeto a los derechos humanos del pueblo palestino. No podemos permitir que Israel termine de tragarse el territorio ocupado. ¡Honor a los caídos!