Ibrahím Bracho cantautor del estado Esparta. / Foto: GENESIS TORANI

7 Jul, 2014 | A pesar de reconocer que a través del Sistema de Orquestas se ha hecho un trabajo excelente, en la proyección del talento joven venezolano, en opinión del músico y compositor Ibrahím Bracho todavía falta mucho por afianzar tal querencia y conocimiento y eso sólo se logra con el "semillero" juvenil e infantil. Insiste en la necesidad de que, por ejemplo, la música margariteña sea materia de estudio obligatorio en las escuelas neoespartanas.

-Hay mucho desconocimiento. No se puede querer lo que no se conoce. Falta ese trabajo de cultivar nuestra música en las escuelas, y que en los fines de semana hayan dentro de éstas actividades culturales.

Con respecto al turismo, indica que aun cuando se afirme lo contrario a simple vista se observa que "marcha despegado de la cultura. Apenas se hacen esporádicas invitaciones a los músicos para eventos específicos, o dentro de un paquete. El sector está muy excluido. Debería haber colaboración de parte y parte, y en el caso del Ministerio del Turismo garantizar que haya ese realce", agrega.

Parafraseando a su abuelo dijo que siempre a los gobiernos les ha interesado tener un pueblo ignorante, porque de esa manera lo engañan más fácilmente.

-Bueno, en todos los tiempos tampoco los Institutos de cultura de las gobernaciones y de las alcaldías pueden hacer mucho con los pírricos presupuestos que les asignan. Más bien terminan haciendo magia, sin los fondos suficientes. No es de ahora, siempre ha sido así, y eso es paradójico a sabiendas que son los artistas los mejores embajadores del país. Yo que he tenido la oportunidad de viajar a muchos países, se lo que s valorada nuestra música afuera. Hace dos años estuve en Europa y los venezolanos eran los más ovacionados.

Tan importante es el funcionamiento del Sistema de Orquestas, como incentivar el conocimiento de la música autóctona en cada región. "Hay demasiado talento", dijo, tras expresar su admiración por músicos de tanta trayectoria como Gustavo Dudamel, y de margariteños como Eddy Marcano y los hermanos Requena, "quienes centran un precedente y nos llenan de optimismo".

Anecdótico

Ibrahím Bracho habla en serio, pero también acostumbra a compartir con amigos y colegas músicos contando infinidad de anécdotas o "cachos", siempre con tono jocoso. Eso lo relaja y le da la familiaridad aun cuando se trate de un encuentro casual, detrás del escenario, en la propia calle o avenida.

Admite que ha pasado más de 50 años "casado" con la música, pero sin grabar lo suficiente. Entonces, de un tiempo a esta parte apura el paso, y para noviembre aspira "sacar al aire" su quinta producción discográfica, con el título "De mi salada tierra".

-Con el favor de Dios y de la Virgen del Valle, grabo este álbum nuevo, el cual incluye 14 temas de música oriental y margariteña en especial...polos, malagüeñas, punto y llanto, con la música del folclore y con letra mía.

-¿Por qué ese título?

-Porque allí encierro los paisajes, las vivencias, las carencias, los amores y desamores, carencias y sufrimientos de nuestra salada tierra. Aclaro que no es salada por mala suerte, sino por la sal. Recuerdo al locutor Vásquez Cárdenas quien decía una frase: "Margarita, en donde es dulce hasta la sal".

Indica que se trata de su álbum número 5. "Hace 23 años grabé el primer disco y se llamó Criollo con clase; luego vino Abriendo caminos, Tres Islas y tres voces y Ocurrencias.

Ante una pregunta, ve buena la idea de pensar en una especie de recopilación o colección discográfica de sus mejores temas. "Me gusta la idea", casi se repite a sí mismo.

Amistad con Juan Diablo

En su ejercitada faceta de compositor, pierde la cuenta de cuántos temas son de su autoría. Recuerda, con sentimiento, el que le escribió al popular pescador tuborense Juan Diablo, quien fue su amigo. Un día le dijo que lo eternizaría con una canción, y fue cuando escribí Juan Dolores y Juan Diablo. Él le contaba sus penas ("Las penas de Juan Dolores que no las sabe ni Juan Diablo"), aparte de compartir momentos alegres. A la hora los palos, surgía la expresión "Deberíamos", como respuesta a la invitación para echarse un trago en el pocillo de peltre.

Sobre Juan Diablo, un personaje de leyenda está pronto a salir una película, y allí aparecerá su amigo Ibrahím en su pacto de amistad.

Papita, maní y tostón

En su rol de productor musical y compositor, Ibrahim Bracho apoya a su amigo, el narrador deportivo "Pepe" Delgado Rivero en su nueva faceta como cantante. Éste fue quien hizo famosa la frase de "Papita, maní y tostón", a la hora de narrar un poche en el béisbol. Éste, además, fue el título de la película del mismo nombre, la cual ha sido la más taquillera del país. Bracho es autor del tema de la película, interpretada por "Pepe", quien a su vez también estuvo como actor en algunos pasajes de este filme venezolano. "Delgado me contó que conoció a su mujer en un juego de pelota, y yo entonces escribí que fue una tarde de béisbol y todas las curvas me enamoraron".

También Bracho produce actualmente un CD donde canta su ahijada de ocho años, Ángeles, de extraordinario talento y quien canta como los ángeles.