25 Abr, 2014 | Desde marzo del año pasado la siembra de tres hombres han golpeado el espíritu del barbudo líder de la Revolución Cubana. Primero fue Hugo Chávez Frías, ido prematuramente, con quien Fidel Castro Ruz construyó una amistad de lealtades, ideas, principios y compromisos con sus pueblos. Luego se marchó Nelson Mandela, ese hombre que desde la paz, el perdón y la tolerancia se puso a la cabeza de quienes derrotaron el apartheid, terrible sistema de segregación que creció y se sostuvo con la complicidad de los Estados Unidos. Fidel y Mandela mantuvieron una sólida amistad, ese tipo de amistad que se construye desde la coincidencia en las luchas contra la opresión, la desigualdad y los sistemas injustos. Fue una amistad de mutua admiración.

Recientemente, el adiós fue el de Gabriel García Márquez, otro gran humanista, otro ser especial que si bien brilló en el campo de la literatura, fue también un hombre enfrentado a los imperios, en especial al norteamericano, fue un intelectual apegado a las luchas de los pueblos por su liberación, adolorido hasta los tuétanos por la caída de Salvador Allende en Chile, quien fuese derrocado precisamente con la participación activa del gobierno gringo. Amigo entrañable de Fidel.

Tres amigos de Fidel Castro. Tres grandes humanistas. Tres seres cuya obra y pensamiento fueron puestas al servicio de las mejores causas. Uno de ellos, Hugo Chávez Frías, nuestro, de acá, de la tierra venezolana. Vilipendiado por los poderosos, víctima de las mismas acusaciones que se han hecho contra su amigo Fidel Castro. Otro vilipendiado, encarcelado y censurado en un tiempo, Nelson Mandela; pero que logró, gracias a su tolerancia, imponer la grandeza de su figura por encima del aparato propagandístico de la mediática imperial. Un tercero, Gabriel García Márquez, quizás el menos atacado por la gran prensa, a lo mejor porque estuvo más dentro de la literatura que de la política, pero a quien la derecha más reaccionaria nunca dejó de odiar, tal como lo demostró una parlamentaria colombiana en días recientes.

La verdad se impone por encima de tantas campañas mediáticas. Los múltiples homenajes recibidos por Hugo Chávez Frías a lo largo y ancho del mundo, por diversas personalidades, pusieron a la vista de todos la grandeza, el humanismo y la fortaleza espiritual del líder del proceso bolivariano. Nelson Mandela terminó sus días con el reconocimiento del mundo, hasta el propio gobierno de los Estados Unidos debió asumir la grandeza de este hombre. La gran prensa también ha torcido su brazo ante la inconmensurable figura del novelista Gabriel García Márquez, no sólo lo ha alabado como escritor, sino como humanista universal. Los propios escritores de derecha, que vuelcan su anticomunismo visceral en sus artículos, han reconocido la grandeza de Gabriel García Márquez como ser humano.

Estos tres grandes personajes de la historia contemporánea construyeron una amistad con Fidel Castro Ruz. Detalle que la gran prensa prefiere obviar, dejar de lado. En mi caso he optado por resaltarlo, a lo mejor por fastidiar un poco a los anticomunistas histéricos, que no se parecen al resto de anticomunistas porque lucen anormales.

A lo mejor resalto el detalle porque he evocado el vocerío popular: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Allá el anticomunismo histérico que sólo trae traumas.