20 Abr, 2014 | "Aparte de la celebración de la Resurrección del Cristo Redentor hoy, ¿qué cree usted, sobrino, que va a resucitar en Venezuela después de terminada la Semana Mayor?".

El tío Caballo Rojo me hace la pregunta justo cuando me estoy desquitando del ayuno del viernes con una penca de chicharrón y una cachapa de "hoja". Encojo los hombros y sigo comiendo. "Yo se lo voy a decir a la luz de lo que uno ve en el comportamiento de parte del gobierno como de los opositores. Yo siento que el gobierno, después que se desgañitó llamando a Mesa a conversar, y luego de escuchar sus razonamientos dichos en cadena nacional, se arrepintió y está buscando la manera de acabar con ese proceso".

Indica Caballo que por ello ha montado una serie de provocaciones para que sea la gente de la MUD la que le dé la patada a la mesa. Eso se manifiesta en algunas acciones que de entrada han tomado Maduro y su cofradía. "Lo primero fue negar la posibilidad de decretar una Ley de Amnistía. El hombre dijo que no era tiempo de perdonar a nadie. ¿Cómo se puede hablar de reconciliación y paz si no hay perdón?".

Añade que el gobierno aceptó ampliar la Comisión de la Verdad, porque a la larga eso se convierte en pura habladera y nunca llega a nada. "Hasta ahora el único que ha sacado provecho al diálogo ha sido el régimen que con ello logró bajar la conflictividad en la calle, aunque todavía persisten algunas candelitas. También hizo aflorar con mayor notoriedad las diferencias entre los miembros de la Mesa y generado cierta sensación de frustración entre mucha gente que buenamente creyó que los cierres de calles eran el comienzo del derrumbe del gobierno.

La intención del Presidente de acabar con el diálogo, creyendo que ya tiene todo bajo control, también se manifiesta en los últimos anuncios hechos en materia económica; porque hablar de ofensiva económica y de una revolución fiscal sin consultar con la otra parte con la cual conversas es, de hecho, negar ese diálogo.

Tales anuncios solo tienen ese fin, porque resulta inconcebible que un nuevo plan económico sea montado en apenas una semana y que la revolución fiscal sea, como parece ser, solo una nueva manera de meterle la mano en el bolsillo a los venezolanos. Entonces, ¿qué cree que va a resucitar esta semana?".