Adela Romero. / Foto: CORTESÍA

20 Abr, 2014 | La vida le ha permitido a Adela Romero disfrutar de una Margarita que aflora en todos sus costados con muy buenas experiencias. Bromea al definirse a estas alturas como una caraqueña-asuntina, al relacionar su lugar de nacimiento (Caracas) y de residencia –La Asunción-, ciudad a la cual se ha integrado totalmente.

En el sector El Mamey de la capital neoespartana diseñó y construyó su propia casa. Tardó un año en los detalles del espacio soñado, y a usanza colonial delineó su proyecto habitacional, que luego se concretó como respuesta a sus sueños.

Catequista, amante de la música, el canto y su profesión, también se define espiritual y persona apegada a la Iglesia Católica en rol de catequista. Recuerda en especial el año 2010, cuando siendo el padre Alberto Mata párroco de esa localidad, la comunidad asuntina le encomendó la tarea de ser presidenta de la Junta Organizadora de las festividades en honor a Nuestra Señora de La Asunción, Patrona de Margarita. "Fue una experiencia maravillosa junto a un equipo de trabajo que le puso mucho cariño a esta festividad", afirma, al ubicarse como una persona con un trabajo laico bien comprometido.

Cree en Dios Todopoderoso, en Nuestra Señora de La Asunción y en la Virgen del Valle, Patrona de Oriente, a quien le agradece todo en Margarita. "Ella me ha acogido, me permitió venir hasta esta bella Isla y echar raíces aquí, con la formación de mis hijos y buen arraigo familiar".

Asegura que no añora Caracas. Justamente se vinieron hace 20 años tras una experiencia vivida por su esposo, el ingeniero Leopoldo Ferrero, a quien le robaron el carro y todos sus equipos. Luego de lo ocurrido por cosas del destino a él le salió un trabajo en Margarita y se vino sin pensarlo dos veces. Luego, ya más estable en lo laboral y sitio de residencia, trajo a su familia.

La pareja Romero-Ferrero tiene dos hijos: Andrés, de 24 años, quien estudia computación en la Universidad Central del Venezuela (UCV), y Ana (21), joven inquieta y cursante de música en la Universidad de Los Andes (ULA). Ambos margariteños de crianza.

Asuntina de alma

Cuando Adela Romero se refiere a La Asunción, habla de una ciudad con la cual se ha integrado 100%. Respeta a su gente y también su manera de convivir, en respeto a sus tradiciones sobre todo a la hora de hablar de la Semana Santa.

"Desde muy pequeña venía de vacaciones a la isla de Margarita. Nunca me imaginé que me establecería definitivamente aquí, pero así fue. Cuando llegué aquí, hace 20 años, sentí que más bien rescataba tiempo para mi familia, lo cual es comprensible porque en Caracas uno vive en el lugar, y trabaja distante. En mi caso en Guatire y más tiempo pasaba en una cola y entre el tráfico que en mi casa".

Sonríe cuando recuerda ese arribo a una región insular llena de playas, donde cargaban con los muchachos y se iban a pasear los fines de semana, todos "empatucados" de protector solar, con el traje de baño puesto y disfrutando del ambiente y gastronomía marina.

También evoca cuando se residenció en La Asunción, una ciudad que percibe cálida por donde todavía se puede caminar, ir a la plaza Bolívar y compartir con la gente.

"Mis hijos estudiaron en el colegio Nuestra Señora de La Asunción, que es muy bueno, dirigido por la profesora Carmen Ordaz. Me siento muy satisfecha de haberme residenciado aquí y además formar a Andrés y a Ana en esta institución".

Planificar y coordinar

Desde el punto de vista arquitectónico, opina que para la isla de Margarita es trascendental planificar y coordinar las intervenciones.

Gobernadores y alcaldes deben buscar a los expertos para tener acertada asesoría y dejar de improvisar. Las leyes y normas urbanísticas están en el papel, sí existen, pero hace falta aplicarlas.

En el caso de La Asunción, indica que es una ciudad con un casco histórico interesante que debe respetarse. Elogia que en esta Semana Santa todo esté mejor organizado y coordinado, sin tantos tarantines y fritangas casi a las puertas de la Catedral.

Sin embargo, en lo personal y con su visión de arquitecta, está en desacuerdo con la manera como este año pintaron aceras y brocales.

Son pequeños detalles, quizás, pero se convierten en grandes lunares. A su modo de ver debe cuidarse desde la Catedral, con la preservación adecuada, hasta cada espacio asuntino. El mismo cuidado que desde su óptica debe trasladarse a la Margarita que se abre al turismo.

"Hay que pensar cada decisión que se adopta. No actuar a mansalva, sino bien asesorados por los profesionales de cada área para que se planifique y coordinen las acciones y así garantizar una buena calidad de vida para todos", agregó Adela Romero en sus reflexiones.

Perfil

Adela Romero nació el 2 de noviembre de 1960 en Caracas. Cursó la primaria y secundaria en el Colegio Santa Rosa de Lima de su ciudad natal e igual en la Universidad Simón Bolívar, de donde egresó en 1987 con el título de Arquitecta. Ha sido inspectora de obras, directora de Gestión Urbana de la Alcaldía de Arismendi, presidenta de la Junta Organizadora de las fiestas en honor a Nuestra Señora de La Asunción (2010) y actualmente se desempeña al frente de la Oficina Coordinadora del Ejercicio Profesional, órgano del Colegio de Ingenieros (Ocepro), bajo la presidencia del ingeniero Andrés Ruiz.