Las cuadrillas de Corpoelec instalaron los medidores la tarde del lunes, luego de cerrar la avenida Juan Bautista Arismendi / Foto: CORTESÍA

17 Abr, 2014 | Los vecinos de la manzana P8 de la urbanización Las Marites demostraron que en la unión está la fuerza. Los residentes de esta comunidad han tenido que lidiar por años con la difícil situación de ver cómo su sueño de tener una vivienda propia fue truncado, pero han luchado para tener un techo donde vivir.

Desde el 15 de marzo se encuentran habitando las viviendas que les fueron asignadas y que aún no habían entregado por diversas razones, como la falta de protocolización de los documentos de propiedad. Pero luego de años de espera y angustia decidieron ocupar las casas que les correspondían.

Ante esta situación la viceministra de Vivienda y Hábitat, Oliana Rodríguez, se trasladó desde la ciudad capital hasta este complejo residencial ubicado en la avenida Juan Bautista Arismendi.

Durante la asamblea vecinal realizada el miércoles 9 de abril la viceministra los instó a abandonar las viviendas para culminar lo poco que falta del proyecto, con el compromiso de que todos regresarían a las casas que ocupaban, pero los vecinos de la P8 de Las Marites se negaron rotundamente.

Pidieron a la representante del Ministerio de Vivienda y Hábitat que los ayudaran a instalar los servicios públicos básicos, pero Rodríguez les explicó que esto sería imposible ya que es ilegal conectarlos sin la debida protocolización de los documentos de propiedad de las viviendas.

Carmen Vargas, vocera del colectivo Victimas de Estafa Inmobiliaria en Nueva Esparta y habitante de la P8, explicó que ya habían adelantado conversaciones con las mesas técnicas de electricidad y agua para la conexión de los servicios. Solo esperaban que llegaran las cuadrillas al sector.

Al finalizar la reunión con la viceministra de Vivienda y Hábitat, los residentes de esta comunidad quedaron con un gran descontento y con la sensación de que se defendían los intereses de la banca privada y no los de las cientos de personas que residen en el sector.

Cuatro días transcurrieron a la espera de las cuadrillas de Corpoelec para que fueran a instalar los medidores de energía eléctrica, pero nunca llegaron.

Al ver esta situación escribieron a los representantes de la mesa de energía eléctrica, quienes les informaron que por razones ajenas a su voluntad no podrían instalarles los contadores de energía.

Esto causó gran descontento en las personas que residían en la P8 desde hacía casi un mes sin energía eléctrica. De inmediato la comunidad organizada decidió cerrar una de las arterias viales más importantes de la isla de Margarita, la avenida Juan Bautista Arismendi.

No había pasado media hora del cierre cuando el director de la Policía del estado Nueva Esparta ya se encontraba en el sitio persuadiendo a los manifestantes de abrir la avenida. En tan solo una hora varias cuadrillas de Corpoelec se presentaron a efectuar la instalación de los medidores.

Cordial

Los vecinos de esta comunidad explicaron que desde el mediodía del lunes 14 de marzo varias cuadrillas de Corpoelec llegaron a la manzana P8 de la urbanización Las Marites para conectar los contadores de energía eléctrica en cada una de las viviendas del sector.

Señalaron que también contaron con la presencia de efectivos de Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Acordaron que los trabajadores de la empresa eléctrica estadal fueron cordiales con los vecinos de la comunidad y se ofrecieron a ayudarlos en caso de algún inconveniente.