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Una equivalencia inaceptable
La violencia y los violentos, así como también el radicalismo efectivo y operativo, no están al mismo tiempo en el oficialismo y en la acera de enfrente.
Fernando Luis Egaña | flegana@gmail.com

16 Abr, 2014 | Algunos analistas y dirigentes políticos que suelen presentarse como "objetivos" o "moderados" o "equitativos", repiten a cada rato que "debe ponerse coto a la violencia de lado y lado", o que "deben amarrarse a los radicales de bando y bando", o que "deben contenerse los violentos de ambas partes"... Todo lo cual implica una valoración absurda y falsa de la realidad.

Porque no pueden colocarse en un mismo plano, por ejemplo, a las bandas armadas del oficialismo con los grupos vecinales que protestan en las esquinas; o a la represión barbárica de las unidades militares y paramilitares, con las manifestaciones aguerridas de los estudiantes; o a las órdenes represivas de Maduro y su entorno con las declaraciones de denuncia frontal de intelectuales o voceros político-sociales.

La violencia y los violentos, así como también el radicalismo efectivo y operativo, no están al mismo tiempo en el oficialismo y en la acera de enfrente. No. La violencia está en la hegemonía roja por la sencilla razón de que está armada hasta los dientes, y utiliza su poder de fuego para asesinar, aterrorizar y reprimir. En cambio, los sectores opositores están desarmados y sus medios para proyectarse o defenderse son las denuncias de opinión pública y las protestas ciudadanas.

Por ello, la violencia política no está repartida en el oficialismo y la oposición, como algunos señalan de manera sumamente equivocada o de mala fe. Está concentrada en el poder establecido.

En la actualidad venezolana, ¿dónde se encuentra la "oposición fascista, terrorista y golpista" de la propaganda roja? ¿En los semáforos de El Cafetal o de Caricuao? ¿En las marchas estudiantiles que cruzan la UCV? ¿En las declaraciones de grupos que plantean la naturaleza despótica del régimen venezolano o que piden la renuncia de Maduro? ¿En los paraninfos de las Academias o en las aulas de la universidad? ¿En las columnas de prensa o en los tweets de las redes sociales? ¡Por favor!...

Porque sí se sabe dónde está la violencia fascista y terrorista de la hegemonía roja. Está en el malandraje militarizado de los mal denominados "colectivos". Está en los "poderes públicos" que ejecutan los mandatos de la cúpula cubanófila. Está en los medios estatales que descargan el veneno del odio y el apartheid político como línea editorial. Está en el submundo hamponil que anida en casi todas las estructuras del Estado bolivarista.
Esa es la fuente y la ejecución de la violencia política de Venezuela. Y ni la "objetividad", ni la "moderación", ni la "equidad" son justificaciones para falsear la realidad con equivalencias inaceptables.




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