Alberto Ortega, estudioso culinario del pandelaño ha desarrollado una harina basada en el fruto. / Foto: TANYA MILLÁN

6 Abr, 2014 | La fascinante fruta tropical regala a los asuntinos una alternativa fabulosa para comer sano y sabroso. Se trata del pandelaño, un fruto que aparece cada cuatro meses y que esconde en su rica pulpa una cantidad ilimitada de posibilidades culinarias.

Alberto Ortega ha dedicado buena parte de su tiempo a investigar y experimentar alrededor de este fruto, logrando crear una harina que le ha permitido experimentar en la preparación de platos no tradicionales en la historia del pandelaño.

Además de las maravillas culinarias que se pueden lograr con la harina de pandelaño, el producto ofrece otras variantes. En su estado natural después de un proceso de cocción, la pulpa se puede convertir en ricos buñuelos.

Alberto preparó en un santiamén deliciosas croquetas de pescado y de ricota. Amasando con firme delicadeza la pulpa cocida del fruto con un poco de ricota y sal, para darle un sabor insular, le agregó pescado a la masa y en el interior de los rollitos una deliciosa porción de queso mozzarella.

Actualmente Ortega elabora chips dulces y salados, ponquecitos, galletas, buñuelos, chichas y empanadas, entre otros platos.

Gracias a la dedicación e investigación sobre las bondades de este fruto, Ortega obtuvo el primer lugar en el II Festival del Pandelaño de Margarita Gastronómica.

Actualmente sigue explorando las propiedades culinarias del fruto y comercializa sus productos en ferias gastronómicas.

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