Familiares y amigos de Alberto Rivera Rojas estaban frente al Cicpc, consternados por lo ocurrido. / Foto: JOSUÉ STEIN

9 Feb, 2014 | Aterrada y buscando alguna explicación de lo sucedido estaba la mamá de Alberto José Rivera Rojas, de 21 años, uno de los jóvenes calcinados en Pedro González, municipio Gómez. "Mi hijo vino a la isla de Margarita a trabajar para reunir dinero e irse del país", dijo Carmen Rojas.

Contó que el joven tenía 15 días en Margarita y trabajaba como bailarín en un hotel en Gómez, donde anteriormente había laborado durante año y medio. Consternada relató que la última vez que le escuchó la voz a su hijo fue el martes 4 de febrero en horas del mediodía. Casi siempre Rivera mantenía comunicación con sus hermanas por Facebook y pin.

Llorando expresó que el único pecado de su hijo era trabajar y que él no quería venir a Margarita, pero en vista de la situación del país, decidió residenciarse en la Isla para reunir dinero y poder ayudarla e irse de Venezuela.

Alberto Rivera Rojas desapareció el martes en la noche, luego de cumplir su jornada de trabajo.

Rosmina Villalba, compañera de trabajo, relató que esa noche no hubo show, Alberto salió temprano y una amiga que tiene carro lo llevó hasta su residencia, cerca del alojamiento, como a las 10:40 p.m. "El miércoles no supimos nada de él. Le escribimos y nada. A muchos nos borraron del pin, cosa que nos extrañó".

Según Villalba, otra compañera de labores le preguntó por mensaje a Alberto que dónde estaba y al parecer alguien respondió que iba vía a Caracas, respuesta que les resultó extraña, por cuanto él nunca les comentó que viajaría. De inmediato empezaron a pasar cadenas de mensajes preguntando por Alberto Rivera Rojas.

Otro compañero de trabajo, quien se notaba afectado por lo sucedido, contó que fue hasta la residencia para ver qué había pasado; cuando llegó, notó que las cosas del joven estaban en orden y solo faltaban unas almohadas. Le preguntó a Eduardo (dueño de la casa), y este le respondió que Alberto se las había llevado.

Varios amigos de la víctima comentaron que el joven vivía alquilado en la casa de un peluquero llamado Eduardo, quien también trabajaba en el hotel, pero estaba buscando otro lugar donde vivir porque no le agradaba el ambiente.

Conocidos y compañeros de trabajo creen que a Alberto Rivera Rojas lo mataron porque quizás se dio cuenta de lo ocurrido con el veterinario Israel Martínez, desaparecido ese mismo martes y quien también fue hallado calcinado y enterrado en el fondo de la casa de Eduardo, el dueño de la vivienda.

La mamá de la víctima arribó con una de sus hijas a suelo insular este viernes en la mañana, para conocer qué había pasado. Desde este miércoles, amigos de su hijo le avisaron de la desaparición del joven y de inmediato se movilizó para ver dónde estaba y qué le había ocurrido a su único varón.

Alberto Rivera Rojas era el mayor de tres hermanos. Estudiaba segundo semestre de Medios Audiovisuales en la Universidad de Los Andes.

Se trató de conocer más detalles de las investigaciones y de las personas detenidas, pero fue imposible la comunicación con los jefes de los organismos de seguridad. No obstante, familiares y amigos de Alberto comentaron, a las afueras de la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que al parecer ya habían detenido a cuatro sujetos supuestamente implicados en los homicidios, entre ellos Eduardo –el peluquero y dueño de la casa-, un joven llamado Ricardo, adolescente de 17 años.

Junto a los cuerpos de Israel Martínez y Alberto José Rivera Rojas, calcinados y enterrados en el patio de la vivienda, también fue localizada una osamenta.

Carmen Rojas se preguntaba si se trataba de una secta satánica que opera en Pedro González, pues no entiende cómo mataron a su hijo. Hasta horas de la tarde de este sábado esperaba le entregaran el cuerpo de su hijo, para llevárselo a Mérida.

Más muertos

En horas de la tarde de este sábado, fue asesinado de varios disparos un joven identificado como Steven Guerra, quien se encontraba en la plaza de El Valle del Espíritu Santo, municipio García.

Se trató de conversar con familiares y amigos para conocer detalles de lo ocurrido, pero se negaron a dar información. Se conoció que al parecer fue atacado por unos sujetos.

En el barrio María Auxiliadora en La Guardia, municipio Díaz, fueron asesinados la noche del viernes 7 de febrero, Harold Suárez (41) y Luis Suárez (33). Se supo que los hombres estaban en su residencia cuando los sorprendieron unos sujetos e inmediatamente les propinaron varios disparos, causándoles heridas mortales.