03 Feb, 2014 | Esta no es la primera Serie del Caribe que se celebra en Margarita, antes, en el gobierno de Morel Rodríguez, se celebró una. Y es bueno recordar que, sin pena ni gloria, la isla de Margarita vio pasar aquel encuentro deportivo.

Ahora hay una novedad, está participando, después de 54 años sin hacerlo, el equipo de Cuba, y eso es muy importante porque allí también se sigue viendo algo que mucha gente no quiere ver: El encuentro de los pueblos. México, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba y Venezuela. En Cuba se acaba de celebrar la II Cumbre de la Celac. Allí, 33 países se reunieron para escuchar y plantear soluciones entre todos y para seguir avanzando siempre a favor de las mayorías. Y declararon esta zona como una zona de paz. Una cumbre que no fue reseñada por los medios de comunicación privados, porque claro, tenían que asesinar a un presidente para que la Cumbre fuera noticia, y eso, para bien de todos, y para mal del periodismo privado, no pasó. Ese periodismo que vive del escándalo y el crimen y se olvida de su verdadera función: Informar verazmente.

Es decir, que después de muchos años esperando su turno al bate, ahora los pueblos sienten que tienen la oportunidad de batear, y lo están haciendo. Están participando al lado de un gobierno, como el nuestro, que le ha dado todas las oportunidades para hacerlo. Ahora, Margarita debe convertirse a corto plazo en un lugar para celebrar convenciones y congresos y series de Caribe y mucho más, porque Margarita tiene las mejores condiciones para montar todo tipo de eventos.

Hay que recuperar las estructuras y construir nuevas estructuras deportivas para que nuestros amigos sigan apoyando la paz. Y abrir siempre los museos, Francisco Narváez, Omar Carreño, Ramón Vásquez Brito, y ya vendrá por allí el museo Pedro Ángel González, para destacar también a ese otro Premio Nacional de Artes Plásticas que tiene Margarita. Y hacer exposiciones con nuestros artistas plásticos para que se vayan proyectando nacional e internacionalmente, y para que los margariteños, que ya no están esperando su turno al bate, como en anteriores ocasiones, sigan bateando por todas partes para convertir a la Isla en un lugar de paz y amor y compromiso y solidaridad, como siempre lo fue y tiene que volver a serlo.