Lo tradicional y lo moderno se mezclaron en la Feria de Artesanía de El Cercado. / Foto: SOPHIA HERNÁNDEZ | @sophiahernandezg

5 Jun, 2017 | La XXVIII Feria de Artesanía de El Cercado se celebró el pasado domingo, representando la oportunidad perfecta para que los neoespartanos conozcan la artesanía tradicional y contemporánea que se elabora en el municipio Gómez y en todo el estado, pues creadores de todas las latitudes insulares se dieron cita en este evento cultural que potencia el emprendimiento.

José Romero, director de Turismo de la Alcaldía de Gómez, manifestó su alegría por la respuesta de los margariteños a esta actividad que se ha venido realizando de forma ininterrumpida durante casi tres décadas.

Comentó que unos 200 artesanos dijeron presente en la feria para mostrar todo tipo de artesanías y además la dulcería también tuvo su representación.

Romero dijo que aunque los creativos de El Cercado tuvieron prioridad, también se abrieron las puertas a personas de toda la Isla que quisieran mostrar lo que sus mentes y manos crean.

Rosaura Altuve es un ejemplo de que lo tradicional se puede traer al presente y convertirlo en un accesorio glamoroso para la mujer margariteña de hoy. Altuve comentó que su familia y ella misma saben tejer cogollos y hacer mapires, es por esto que decidió intervenirlos con materiales variados.

La religiosidad siempre está presente en estas ferias, este es el caso de las imágenes marianas que elabora Elizabeth Mata, las cuales pinta sobre materiales de reciclaje como troncos o taparos, además de que le agrega telas procesadas que al combinarlas dan resultados hermosos.

Además, estas hermosas imágenes cuestan entre tres mil y cinco mil bolívares, por lo que son un adorno espectacular y de bajo costo.

Juan José Bermúdez, Juan Carrión y Amaly Bermúdez se dedican a modelar barro de El Cercado para hacer aripos y tinajones.

Comentaron que este es un trabajo que les enseñaron sus familiares e hicieron todo el proceso de forma tradicional, desde la recolección del barro en el cerro, para luego cernirlo, procesarlo y amasarlo a mano. El valor de estos artículos no sobrepasa los cinco mil bolívares.