Los mochos
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Los mochos

Marcos Tineo / tineo.marcos@gmail.com

15 Dic, 2013 | “Dos mochos se juntan para poder rascarse, sobrino, y cuando han logrado mover sincronizadamente los brazos sanos, efectivamente han podido aliviarse la picazón”. No me queda más remedio que estar de acuerdo con el refrán que me enrostró el tío Caballo Rojo, pero me pregunto cuál picazón será esa.



“La política, sobrino, la política. Déjeme decirle que los mochos de la oposición que se juntaron en unos municipios tuvieron éxito porque remaron hacia un mismo rumbo, pero en otros francamente parecen haber hecho lo necesario para perder. En Antolín, por ejemplo, vimos un equipo de concejales sin mayor empuje acompañando a un candidato muy trabajador, pero con alto rechazo en la comunidad, lo cual hace pensar que para la próxima oportunidad los partidos y la sociedad civil, con mayor participación protagónica, deben presentar nuevas caras”. Dice que también hay que desenmascarar a los que hicieron el juego al oficialismo, haciéndose pasar por opositores.

El Chamo del Hueco y la Catalana encabezan la lista.

Apunta que en García hay que sincerar las cosas. AD, Copei y PJ cometieron el error de imponer a tres candidatos que durante su gestión fueron los peores enemigos de Freddy Hernández (dos desde adentro y uno desde afuera). El resultado es que estos señores no movieron una paja del suelo por ganar la alcaldía; consecuentemente, fueron castigados y no obtuvieron una curul, salvo el primero de la lista. Allí hay que señalar además a los cooperadores con la derrota: Tufo Hamaca, la exconcejala de La Isleta y sus compinches.

“Por los lados de Maneiro y Mariño se movió con fuerza la mano de Daniel El Travieso y el Virrey de Los Robles (éste ya debe pasar a retiro junto con su prole), pero no pudieron hacer el daño que esperaban. Quemado resultó en Porlamar, por su inconsistencia ideológica, el Turquito. En Pampatar, ya descartado por macabro quedó Chepito. Allí, los rojillos jugaron con un cohete quemado y desechado por los blancos, el Catire, quien fue un fracaso total”.

Le pregunto por los otros municipios y me dijo que de eso hablaríamos en otra oportunidad porque espacio ya no queda. “Lo que sí quiero decir es que esa Nueva Minoría del Travieso fue una trampa para atrapar pendejos y hacerle el trabajo sucio a los rojillos. Esos no son mochos sino mercenarios. ¡Que se lo digo yo!

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